Serio riesgo de ruptura en hidroeléctrica en Colombia
La situación de la represa de Hidroituango, el mayor proyecto hidroeléctrico de Colombia, es crítica. La empresa responsable reconoce que perdió el control, y que una tragedia puede acontecer en […]
Publicado 18/05/2018
La situación de la represa de Hidroituango, el mayor proyecto hidroeléctrico de Colombia, es crítica. La empresa responsable reconoce que perdió el control, y que una tragedia puede acontecer en cualquier momento, afectando 130 mil personas.
Queremos informar oficialmente que se desencadenó una situación crítica en el proyecto hidroeléctrico Hidroituango, que presenta escenarios muy desfavorables que pueden generar una tragedia río abajo. Así Empresas Públicas de Medellín (EPM), accionista mayoritaria del proyecto, relató el caso en una carta enviada al presidente de la República Juan Manuel Santos el 16 de mayo.
La situación es crítica en la región. Luego del asesinato de militantes del Movimiento Ríos Vivos, que se opone al proyecto, el rastro de muerte y destrucción de Hidroituango está a punto de expandirse. La emergencia se inició hace dos semanas, cuando un deslizamiento de tierra bloqueó el túnel de desvío del Río Cauca -segundo más grande del país-, que alimentaría las turbinas de la hidroeléctrica. Esto hizo que se llenara el reservatorio antes de que esté pronto. El 7 de abril, los túneles sufrieron con aguas vertidas inesperadamente, y muestran la eminencia de una tragedia que ya había sido anunciada por los movimientos sociales. Más de seis mil personas ya fueron retiradas de regiones río abajo y 60 mil recibieron aviso para retirarse del municipio de Caucasia.
El valle del Río Cauca antes de la represa, en julio de 2015. Foto: Bibiana Ramírez/ Agencia Prensa Rural.
El Valle del Río Cauca parcialmente inundado por la emergencia en la usina, mayo de 2018. Foto: Bibiana Ramírez/ Prensa Rural
Los afectados, junto al Movimiento Ríos vivos, ya habían realizado varias denuncias sobre la obra de la represa, y la forma en que la empresa trataba a los afectados, negando sus derechos. Inclusive, una delegación de legisladores europeos realizó una visita a la zona en el mes de abril para conocer más sobre los riesgos y la situación de la obra. Estos parlamentarios emitieron una solicitud de suspensión de las obras debido a los riesgos encontrados. El consorcio responsable por la construcción de la obra también tiene participación de la empresa brasileña Camargo-Corrêa (55%), junto con las colombianas Conconcreto (35%) y Coninsa-Ramón H (10%).
Jorge Londoño de la Cuesta, gerente de EPM dijo que no hay control de la situación, ahora está todo en un escenario indeseado y la tragedia puede ser de grandes proporciones si no la manejamos de forma adecuada. Según la periodista Dárcy Quinn, de Radio Caracol, una fuente de la empresa que participa del Comité de Crisis, dijo que perdieron el control del proyecto y agregó: estamos en manos de dios y la naturaleza. Una de las posibilidades consideradas es la pérdida total de la usina, con la ruptura de los muros. Pero todavía no se tiene certeza de hacia dónde pueden desaguar esos dos billones de metros cúbicos de agua represados. La empresa desconoce la situación en la central de máquinas, ya que el nivel del agua no permite la entrada de técnicos al local.
Según cálculos del gobierno de Antioquia, si la represa se rompe, el agua puede afectar de forma dramática las regiones de Puerto Valdivia, Tarazá, Cáceres, Caucasia y Nechi, dejando más de 130 mil afectados. Una tragedia sin precedentes.
El Movimiento dos Atingidos por Barragens (MAB) está acompañando atentamente la situación y se solidariza con los afectados y afectadas y con el Movimiento Ríos Vivos.