4 años de la ruptura de Brumadinho: MAB realiza acto en Belo Horizonte con la presencia del ministro de minas y energía
Además del ministro Alexandre Silveira, promotores y parlamentarios participaron del evento que integra la jornada de luchas promovida por el Movimiento de Afectados por Represas (MAB, por sus siglas en portugués) para exigir reparación
Publicado 27/01/2023 - Atualizado 27/01/2023
En la mañana de este miércoles, 25, el MAB promovió una plenaria en la Facultad de Derecho de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), reuniendo cerca de 500 afectados de la cuenca del Paraopeba y del río Doce para marcar los 4 años del crimen de Brumadinho. Durante el acto, afectados denunciaron la falta de recuperación integral de diferentes comunidades de la cuenca y demandaron apoyo de las autoridades presentes en la promoción de justicia y seguridad para la población del estado.
«Las familias que están aquí vinieron para denunciar cómo sus comunidades siguen sin reparación, conviviendo con nuevas violaciones de derechos, con aguas contaminadas por superbacterias, polución del suelo y del aire; con la salud física y mental cada vez más amenazada. Además de esto, los afectados homenajean y rememoran las 272 vidas perdidas; prestan solidaridad a las familias de las víctimas, en especial de las tres aún no encontradas», afirmó Letícia Oliveira, coordinadora del MAB en la apertura del evento.
Durante su intervención, Jarbas Soares Júnior, procurador general de justicia del Ministerio Público de Minas Gerais (MPMG) se comprometió a trabajar por un acuerdo justo.
El ministro de minas y energía, Alexandre Silveira, reafirmó el compromiso asumido durante su toma de posesión en el Gobierno Federal. «No olvidaremos Brumadinho y Mariana. Vamos a invertir recursos y esfuerzos en una férrea fiscalización de seguridad de represas para impedir que eventos lamentables vuelvan a suceder», afirmó.
Silveira también habló sobre la necesidad de crear nuevas prácticas en la minería del país que prioricen el respeto a la vida. «Iniciamos nuestro trabajo orientando nuestras acciones con la perspectiva de la justicia socioambiental, con reducción de las desigualdades, disminución de los impactos para las personas afectadas e inclusión de las comunidades en los resultados positivos de los emprendimientos. No habrá posibilidad en nuestro país de cualquier política minera tolerante con la inseguridad. Nuestro compromiso es con la seguridad y el respeto a la vida. Nuestros recursos minerales deben ser explotados de forma oportuna, sustentable y racional», dijo.
Por último, el ministro resaltó la importancia de los movimientos sociales como el MAB en la defensa de los intereses de los afectados. «La última semana recibí representantes del MAB para oír las demandas de las familias impactadas por las rupturas de Brumadinho y Mariana, además de dialogar sobre las políticas públicas capaces de garantizar la seguridad de la actividad minera en el país. Tengo clara la importancia de escuchar a los movimientos sociales».
Diversificar el modelo económico de Minas Gerais
La diputada electa Duda Salabert (del partido PDT) también manifestó su apoyo a los afectados por represas y se comprometió a luchar no solo por la responsabilización de los culpables por los crímenes de Mariana y Brumadinho, sino también por un modelo económico más racional en el estado de Minas Gerais: «4 años del crimen de la Vale en Brumadinho. Día de luto, pero día de lucha, las empresas mineras están destruyendo nuestras sierras, como la Sierra del Curral y la Sierra del Gandarela. Están destruyendo nuestros acuíferos y están destruyendo también nuestras instituciones, porque las mineras han comprado una parte del Poder Legislativo, han comprado una parte del Poder Judicial y han financiado el Ejecutivo», analizó la parlamentaria.
Duda también afirmó que muchas comunidades son rehenes de las mineras que pregonan una ideología según la cual Minas Gerais depende intrínsecamente de la minería.
«La empresa minera representa 4% del PIB del estado. ¿4% paga la muerte de dos ríos? 4% no paga la muerte de dos ríos, no paga la muerte de centenas de personas, no paga la muerte de nuestra biodiversidad, de la contaminación de los acuíferos. No paga el sufrimiento y los suicidios que acontecieron como resultado de esos crímenes. Por eso, no solo vamos a exigir justicia, sino también la diversificación de nuestro modelo económico».
Para Joelísia Feitosa, afectada de Joatuba, en la cuenca del Paraopeba, desde hace cuatro años, los habitantes sufren negligencias. «Nosotros tuvimos un acuerdo hecho por la minera, sin el gobierno, en el que los afectados no tienen centralidad. Ahora queremos tener protagonismo. En primer lugar, nosotros queremos que la justicia sea hecha, que Vale sea punida y que esa punición sirva de ejemplo para que el crimen no se repita de nuevo, porque 272 vidas fueron sesgadas. Y hasta hoy estamos sufriendo con inseguridad hídrica y problemas de salud», destacó la habitante, que es una de las coordinadoras del MAB en la región.
«Queremos el río Paraopeba de vuelta. Vamos a continuar en la lucha hasta que tengamos la reparación integral, hasta tener nuestro río de vuelta y hasta que tengamos criminales responsabilizados», completó Feitosa.
También participaron del evento, Carlos Bruno Ferreira, procurador del Ministerio Público Federal (MPF); Luiza Dulci, representante de la Secretaría General de la Presidencia de la República; Luísa Barreto, secretaria de Planificación y Gestión del Estado de Minas Gerais; Sandra Regina Goulart Almeida, rectora de la UFMG; Raquel da Costa Dias, defensora pública general de Minas Gerais-DPE; Sérgio Pessoa de Paula, abogado general de Minas Gerais y Ricardo Iannotti, subsecretario del despacho del Gobierno de Espírito Santo, entre otras autoridades. También homenajearon el acto organizaciones aliadas del MAB como Cáritas, la Central Única de los Trabajadores (CUT), la Central de los Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CBT), la Central de Movimientos Populares (CMP), los sindicatos SindiPetro y Sindut, así como las asesorías técnicas Aedas y Guaicuí.
Traducción: Ciro Casique Silva