¿Por qué no celebrar la inauguración de Belo Monte?

La presidenta Dilma Rousseff, inauguró en el 5 de mayo la represa de Belo Monte en la región de Xingu, Pará. Será la presa más grande del país después de la binacional Itaipu. Para el Movimiento de Afectados y Afectadas por Represas (MAB), la fecha no está de fiesta. Saber cinco razones:

1. No hubo participación del público en la construción de Belo Monte.

La población, especialmente los afectados nunca tuvo posibilidades reales de participación y decisión, o en el trabajo previo (porque las audiencias eran meramente informativo) o durante la construcción. Por el contrario, la postura del consorcio Norte Energía, el propietario de la represa, siempre fue de crear dificuldade y criminalizar la auto-organización de los afectados.

2. Hubo (y siguen tienendo) muchas violaciónes de derechos.

Por su tamaño, Belo Monte se convirtió en un caso emblemático de violación de los derechos humanos, como lo reconoce el Consejo Nacional de Derechos Humanos. Incluso hoy en día, por ejemplo, hay familias afectadas que no tuveran sus derechos reconocidos y los problemas causados por la usina siguen.

Laguna indepediente 1, en Altamira, donde vive más de 400 familias en el área inundada en forma permanente después de terminado el lago de la presa.

3. Hasta la fecha no hay PNAB.

El MAB lucha durante años para la creación de una Politica Nacional de Derechos de los Afectados por Represas Política (PNAB), porque hasta la fecha no existe una ley que garantiza estos derechos nacionalmente. Aunque el gobierno de Dilma ya ha señalado que PNAB se firmaria, sectores que el gobierno, en especial el Ministerio de Minas y Energía, siempre boicotearon esta iniciativa. Hoy en día, este sector, impulsado por el PMDB, dejó el gobierno y es protagonista en el proceso de golpe, sin embargo, el gobierno no firma la PNAB.

4. El precio de la luz es y seguirá siendo un robo.

Mientras que los grandes consumidores ahora reciben energía a un costo de la energía hidroeléctrica, la población brasileña paga uma de las más caras cuentas del mundo. La construcción de Belo Monte no garantizará la reducción de la taja porque está establecido por el mercado financiero, en un proceso altamente especulativo.

5. El modelo energético de Brasil, privatizado, está al servicio del capital financiero y las grandes empresas privadas.

El modelo energético actual, que hace parte central la usina de Belo Monte, beneficia a los bancos, transnacionales energéticas, grandes empresas constructoras y proveedores de maquinaria y equipo, grandes consumidores (“libre”) y los fondos internacionales, mientras que los brasileños son penalizados. Las empresas estatales actuam como una herramienta para la acumulación de riqueza para grupos empresariales privados.