Las lluvias del verano de 2021 al 2022 han producido su punto máximo de destrucción en comunidades, ciudades y vidas en regiones de los estados Bahia, Minas Gerais, Rio de Janeiro, Tocantins, Maranhão y la región amazónica de Pará. Las familias perdieron todo, principalmente vidas, debido al exceso de la lluvia vinculada a la crisis climática, y a la ruptura y apertura de compuertas para el control del caudal de varias represas.

Las personas afectadas en esas muchas y diversas regiones enfrentan necesidades básicas y urgentes como abrigo y alimento, además de la necesidad de amparo por parte del Estado brasileño y de las empresas responsables por los emprendimientos. Infelizmente, lo que enseña la experiencia de 30 años del Movimiento de Afectados por Represas (MAB, por sus siglas en portugués) es que la reconstrucción y reestructuración de la vida de esas familias, así como la reparación por los daños sufridos, sólo se hacen concretas cuando los sujetos afectados comprenden sus derechos, se organizan y luchan colectivamente en cada parte del proceso de la identificación de daños/reivindicaciones, incidencia y movilización.

Las luchas históricas de las afectadas y afectados organizados en el MAB han conquistado muchas victorias y aprendizajes, principalmente en torno de la importancia de la organización colectiva, que a cada día se muestra como el camino viable para la defensa y conquista de derechos. En 2015, cuando la represa de Fundão, de Samarco, se rompió en Minas Gerais devastando toda la cuenca del río Doce; y en 2019, cuando la tragedia-crimen se repitió en Brumadinho, el MAB se activó desde el inicio con una brigada de líderes y lideresas para auxiliar familias y comunidades a acceder a la información y a artículos de primera necesidad, ya sea directamente por el MAB o por parte de otras organizaciones aliadas que se sumaron al movimiento de atención inmediata a las víctimas. Pero sobre todo, el MAB ha perseverado y continúa trabajando en la organización y movilización de los afectados para que éstos puedan garantizar sus derechos y justicia, aunque las fuerzas económicas y políticas estén empeñadas en impedirlo.

Es apoyado en sus principios, en el compromiso con la población afectada y los objetivos de transformación social, que el MAB pide su donación para continuar en el trabajo de garantizar la ayuda humanitaria y organizativa de emergencia para la reorganización de la vida de esas personas. Lo tenemos claro, llevará más tiempo, pero ellas no pueden ser olvidada.
Las redes sociales del movimiento y la página de la campaña serán los canales de difusión del trabajo realizado, actualizaciones sobre las regiones, divulgación de actividades y relatos de los afectados y afectadas. Esperamos interactuar con nuestros apoyadores y contar con su disponibilidad para divulgar, en sus círculos sociales, informaciones sobre el MAB y la lucha de la población afectada en Brasil.

La campaña será administrada por la Asociación Nacional de los Afectados por Represas (ANAB, por sus siglas en portugués), histórica apoyadora de las familias afectadas por represas en Brasil y América Latina, que seguirá garantizando la ejecución de las donaciones conforme normas legales, atendiendo las necesidades y los planes construidos por los afectados y afectadas.