Sin nuestro puño no hay revolución
Mujeres de 20 países se reunieron en el marco del Encuentro Continental organizado por el Movimiento de Afectados por Represas en Latinoamérica (MAR) en la ciudad de Panamá. Se reconocieron […]
Publicado 25/09/2019
Mujeres de 20 países se reunieron en el marco del Encuentro Continental organizado por el Movimiento de Afectados por Represas en Latinoamérica (MAR) en la ciudad de Panamá. Se reconocieron como las principales afectadas por el modelo energético y manifestaron que agua, mujeres y energía, no son mercadería.
Este martes 24 de septiembre, en el marco de la primera jornada del 1° Encuentro Continental de los Pueblos Por el Agua, la Energía y la Soberanía, se desarrolló una plenaria de Mujeres, de la cual participaron representantes de los 20 países que forman parte del evento a través de múltiples organizaciones. Agua, mujeres y energía, no son mercadería clamaron las mujeres al iniciar una reunión que fue precedidad por una mística protagonizada por mujeres provenientes de distintos pueblos originarios.
Este encuentro es convocado por el Movimiento de Afectados por Represas en Latinoamérica (MAR).
Las violaciones de las empresas en la vida de las mujeres se denominó el eje temático sobre el cuál giraron los intercambios de experiencias, reflexiones y debates. También en una primera instancia, se recordó a varias de las mujeres militantes y luchadoras que enfrentaron a proyectos extractivistas y fueron asesinadas por esa lucha, entre ellas Berta Cáceres (Honduras), Macarena Valdés (Chile), Mariette Arguello (Brasil) y otras.
Sin el puño de las mujeres, no hay revolución
Al grito de Sin feminismo no hay socialismo, sin mujeres no hay lucha, las mujeres reunidas dieron inicio a una ronda de intervenciones en el cuál circularon fuertes testimonios acerca del modo en que la ejecución de la megaminería, las grandes represas hidroeléctricas y otros emprendimientos extractivistas, afectan directamente a las comunidades y de manera especial a las mujeres. Somos las mujeres, las principales víctimas y afectadas del modelo energético. Por eso este encuentro, para unirnos más, reconocernos y seguir luchando organizadas como mujeres que somos parte de organizaciones en lucha. Sin el puño de las mujeres, no hay revolución indicó una de las participantes al cierre de la plenaria.
Somos las primeras afectadas
Diana Marcela tiene 29 años y forma parte de la organizació Ríos Vivos, de Colombia. Ella arribó al este encuentro proveniente del norte de Cauca, dónde fue afectada como miles de personas, por la represa hidroelétrica Salvajina. Las comunidades perdieron el territorio, se destruyó el tejido social, hubo desplazamientos forzosos que causaron mucho sufrimiento. Las mujeres somos quienes nos vemos más afectadas. Este encuentro nos sigue inspirando para la lucha relató Diana.
Guedia Gimenez pertenece al pueblo Ngabe, ubicado en una comarca del oeste panameño. Tanto ella como su comunidad resultaron afectadas por la represa hidroeléctrica Barro Blanco. Nos represaron el río, inundaron nuestra tierra y nos expulsaron. Nuestro pueblo es el único pueblo indígenas que aun sostiene viva su lengua escrita y es aquí donde se enseña el idioma. El daño que causaron es enorme, social y culturalmente. Hoy este encuentro de mujeres nos ayuda a seguir pensando formas de resistir.
Por su parte, María Alvez, de Misiones, Argentina, manifestó que las mujeres que sostenemos el hogar, sea en el campo o en la ciudad, somos las que llevamos la peor parte cada vez que un proyecto extractivista viene a arruinarnos la vida. Lo sabemos y por eso nos seguimos organizando para luchar.