MAB asume banca en el Consejo Nacional de Derechos Humanos de Brasil

En el día Internacional de los Derechos Humanos, el Movimiento de Afectados por Represas (MAB, por sus siglas en portugués) asumió una banca como miembro titular del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de Brasil para el período 2018-2020, representando a los movimientos de la Vía Campesina. 

Asumieron este lunes (10) las consejeras y consejeros del Consejo Nacional de Derechos Humanos de Brasil. Esta fue la mayor elección de la historia de la institución, con más de 68 entidades de la sociedad civil con representación nacional que eligieron la nueva gestión, que trabajará en el período 2018-2020.

La Vía Campesina eligió un representante por tercera vez consecutiva. En los dos mandatos anteriores, la Vía era representada por el Consejo Indigenista Misionario (CIMI) y el MAB actuaba como suplente. En el próximo, el MAB asume la titularidad, y el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) será el suplente. El MAB ya participó de diversas comisiones durante el período anterior. La Comisión Permanente de los Derechos de los Pueblos Indígenas, Quilombolas, y Comunidades Tradicionales; de Poblaciones Afectadas por Grandes Emprendimientos y Trabajadores e Trabajadoras envueltos en conflictos Fundiarios; y la Comisión Permanente de Defensores y Defensoras de los Derechos Humanos y Enfrentamiento de la Criminalización de los Movimientos Sociales. El Movimiento participó también de la Misión del CNDH a la hidroeléctrica Belo Monte, a la cuenca del Río Doce, y a los pueblos indígenas del Sur del país.

El papel del CNDH es el de analizar las violaciones de Derechos Humanos en Brasil. Es un órgano del Estado brasileño y no del gobierno, y funciona como equivalente en el país del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dentro de la Organización de los Estados Americanos (OEA). En un contexto de retirada de derechos y de avance del discurso de odio y de la violencia, el Consejo Nacional de Derechos Humanos cobra una gran relevancia.

Scalabrin, que representará a los movimientos de la Vía Campesina, firma el documento que lo confirma como representante, durante la ceremonia realizada el lunes (10).

Para Leandro Scalabrin, abogado y militante del MAB, que representará a la Vía Campesina en el Consejo “vivimos un proceso de retirada de derechos y de retroceso en los derechos laborales y jubilatorios. Esos retrocesos ya son en sí mismos una violación de los derechos humanos. Pero encima eso se da en un contexto de violación sistemática de derechos por parte de las empresas, tanto en el agronegocio cuando en los grandes proyectos de desarrollo. Ocurre también con el Estado, en el ámbito del Poder Judicial, a través del recorte de las garantías y libertades fundamentales; con la creación de gabinetes concentrados de nuevos gabinetes con poderes concentrados en el Gobierno Federal, y también con la violencia extrema de las fuerzas policiales en sus acciones”.

Scalabrini citó la brutal acción de la Policía Militar de Paraná, que puede ser la causa de la destrucción de 300 casas de la Ocupación 29 de marzo, localizada en la Ciudad Industrial de Curitiba (CIC), y también la violencia contra militantes de movimientos populares, como el asesinato de dos militantes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) en el estado de Paraíba. José Bernardo da Silva, conhecido como Orlando, y Rodrigo Celestino fueron asesinados por personas todavía no identificadas que entraron en el Campamento Don José Maria Pires, localizado en el Município de Alhandra (PB) fuertemente armadas y encapuchadas.

“Es en este contexto que asume la nueva gestión del Consejo, y la situación revela la importancia que tendrá nuestra participación en él” explica Scalabrin, y afirma: “es fundamental para contraponerse a la retirada de derechos y a los retrocesos; así como para denunciar las violaciones a nivel nacional e internacional, y para exigir de las empresas y del Estado brasileño la reparación de las víctimas por las violaciones de derechos humanos perpetradas. Seremos resistencia”.