La Soberanía Nacional está en riesgo en Grecia

Kostis Damianakis, miembro de la Red Cretense de Lucha contra las Fuentes Industriales de Energía Renovable, relata en la entrevista realizada por el Sector de Comunicación del MAB, la forma […]

Kostis Damianakis, miembro de la Red Cretense de Lucha contra las Fuentes Industriales de Energía Renovable, relata en la entrevista realizada por el Sector de Comunicación del MAB, la forma en que las empresas privadas de energía están avanzando en Grecia y lucrándose cada vez más en los negocios de energía, desde la generación hasta la distribución. Nos cuenta también sobre las perspectivas de lucha en su país y sus expectativas sobre el Seminario Internacional “Alimentos, agua y energía no son mercancías”, que tendrá lugar del 29 al 31 de octubre en Bilbao, País Vasco, España.

Lea la entrevista realizada a Kostis Damianakis.

 

Sector de Comunicación del MAB: En síntesis, ¿cómo viene apropiándose el sistema capitalista de los recursos naturales de Grecia en la coyuntura actual que el país está enfrentando?

 Kostis Damianakis: En este momento de sumisión política y económica absoluta, bajo el mando de la troica y del sistema financiero capitalista, Grecia parece uno de los países coloniales de África o América Latina en las décadas y siglos pasados. Con la soberanía nacional en el peor nivel desde la ocupación nazi de los años 40, la sociedad enfrenta una ofensiva sin precedencia sobre los recursos naturales y los servicios públicos que los trabajadores han construido con su sangre y sudor a lo largo de décadas.

Con las privatizaciones como prioridad obligatoria descrita en los memorándums firmados entre la troica y los gobiernos griegos desde 2009, y con la falsa promesa de recuperación de la economía a través de una nueva extracción-saqueo de todos los recursos naturales, la sociedad políticamente consciente se siente como si los ladrones hubieran entrado en casa por la puerta de delante con una excavadora.

Es absurdo, aunque si bien es cierto que en este momento la única opción propuesta a Grecia por el sistema capitalista, ha sido la de vender a migajas el aire y el sol para mega proyectos de energía renovable; la tierra para el grande agro negocio multinacional y para que prospere el sector minero; las costas y las islas para los operadores de la industria turística. Las grandes multinacionales dan vueltas como buitres por encima de los servicios públicos, tales como compañías municipales de agua y saneamiento, la compañía estatal de energía, ferrovías, puertos y carreteras. Todo está a la venta y por un precio irrisorio.

Siguiendo esta misma lógica, la reducción de los salarios de los trabajadores a niveles de dos décadas atrás y el peor índice de desempleo en Europa garantiza que en la cesta ofrecida para el grande capital, quepa también la fuerza del trabajo del país, ahora débil, aterrorizado ante la pobreza y desarticulado por un sindicalismo totalmente desorganizado y despolitizado. 

 

¿Cuál es el papel de la energía en toda esta coyuntura griega?

Como he comentado, en el proceso de privatización de los servicios públicos y concesión de los recursos naturales para las grandes multinacionales del sector, la energía tiene un papel central. Al mismo tiempo que en Europa estamos viviendo un proceso inverso de re-estatización de los servicios de energía y agua, y su vuelta sobre el control social en algunos casos, los gobiernos centrales de Europa están obligando a Grecia a liberar completamente el sistema de energía para el capital. Este proceso comenzó en el 2009 con la división del sector en generación, transmisión y distribución, y la entrada de actores privados, en un primer momento en la generación y distribución. Estos actores privados entraron en el mercado de energía favorecidos por una serie de beneficios, entre ellos la evasión de impuestos, para que el paquete fuera más atractivo. Es absurdo meterle mano a un monopolio lucrativo en sí mismo, y encima exigir y conseguir subsidios del Estado a través de leyes y tasas en la cuenta de luz.

Al mismo tiempo, con el pretexto de la contribución del país en la lucha contra el cambio climático, las montañas y los valles de Grecia se han vuelto campos de instalación de industrias de energía renovable que no están dejando nada para el país en términos de valor y empleo. Sin embargo, la realidad es totalmente opuesta, ya que estas instalaciones están chocando de frente con sectores de la economía tradicional como la producción agrícola, el turismo, etc.

Solo para imaginar el tamaño del absurdo, al mismo tiempo que el consumo nacional de energía no exige más de 11 GW de potencia instalada, en este momento tenemos 17 GW entre centrales térmicas y renovables, y proyectos de energía renovable de casi 55 GW con licencias de generación o en proceso de evaluación.       

 

¿Es como si las empresas de energía estuvieran apropiándose de las riquezas?

De la manera que siempre hacen. Corrompiendo a oficiales, imponiendo políticas a través de los órganos europeos e iludiendo al pueblo y a las autoridades locales diciendo que esa ofensiva al medio ambiente y a los sectores tradicionales de economía es la única manera de salir de la recesión y combatir los índices de desempleo. Claro que en ese proceso, cualquier voz o acto de oposición es enfrentado con una fuerza brutal por el Estado y sus órganos, y por campañas de difamación por los medios de comunicación sistémicos.

 

¿Cuáles son las principales contradicciones que aparecen en la relación entre los trabajadores y las empresas de energía en Grecia?

Los trabajadores de Grecia en este momento son las principales víctimas. Sus salarios han disminuido bastante, los impuestos aumentando sin ninguna lógica, la legislación de los trabajadores ya no protege más a su sujeto y lo transforma en mercancía, y además de todo, el sindicalismo está pasando por su peor momento histórico. En este contexto, la relación con las empresas de energía es una relación de sumisión y esperanza vacía. Algunos hasta creen que el proceso de privatización del sector va a beneficiarlos, aunque esta es una visión muy limitada de la realidad. En este momento, sólo los movimientos sociales contra los proyectos de energía renovable o los aumentos de los impuestos, están llevando la batalla ideológica a las calles.

 

¿Qué esperas del seminario internacional de Bilbao que tendrá lugar a final de mes?

Nuestra esperanza es tímida, aunque existente. Sabemos que la articulación internacional es la unión de fuerzas con organizaciones que luchan contra el modelo capitalista neoliberal y las transnacionales, contra la privatización de los servicios públicos y la destrucción del medio ambiente, y contra la transformación de los recursos naturales y la fuerza del trabajo en mercancía, es extremamente importante. Aunque al mismo tiempo somos conscientes de que cada lugar, cada país es una torre en su fortaleza que se llama sociedad y justicia social. Defender nuestra posición es nuestra prioridad en este momento en que el sistema político-financiero está concentrando su ofensiva encima de nosotros y haciendo de Grecia la cobaya de un nuevo colonialismo. No podemos y no vamos a caer. Es esa la determinación y el mensaje con el que queremos salir de este seminario. 

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| Publicado 21/12/2023 por Coletivo de Comunicação MAB PI

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