Lideresas de la Lucha contra las represas asisten al II Encuentro de Afectados y Afectadas de La Amazonia
De forma general, la construcción de una represa afecta el modo de vida de una comunidad, pero perjudica especialmente la vida de las mujeres
Publicado 29/07/2022 - Atualizado 29/07/2022
por Roberta Brandão
Daiane Lima, de Aurizona, distrito de Godofredo Viana (estado Maranhão), afectada por la empresa minera Equinox Gold. Foto: Gabrielle Sodré / MAB
«¡Yo siempre luché! Bueno, siempre seré incentivada y seré incentivadora». Es así como la profesora Daiane Lima, de 33 años, explica su motivación en la batalla que libró por el derecho al agua potable y libre de contaminación en la comunidad donde vive, Aurizona, un distrito del municipio de Godofredo Viana (Maranhão), que se encuentra en el oeste del estado, donde opera una de las más grandes empresas mineras de oro del mundo.
Luego de que la localidad fuera afectada por la ruptura de la represa de desechos minerales de la multinacional canadiense Equinox Gold, los niveles freáticos de la región fueron contaminados por metales con potencial tóxico, que pueden causar picazón, enfermedades de la piel y problemas neurológicos y respiratorios. La historia de Daiane se junta a los relatos de tantas otras lideresas que se destacan en la resistencia contra las violaciones de derechos practicadas en el territorio amazónico por emprendimientos vinculados a la minería, al sector energético y al agronegocio, entre otros. Son rostros como el de ella que pueden ser vistos en el II Encuentro de los Afectados y Afectadas de la Amazonia, que se desarrolla desde ayer, 27 de julio, en la Universidade Estadual do Pará, en la capital, Belém, y termina hoy.
De forma general, la construcción de una represa afecta el modo de vida de toda una comunidad, pero perjudica especialmente la vida de las mujeres, porque ellas son responsables por la economía doméstica y por el cuidado de la familia. En ese contexto, las obras de grandes empresas, como la Minera Aurizona (subsidiaria de Equinox), transforman profundamente la vida de las mujeres desde el inicio de las construcciones, porque, así como otros grupos en situación de vulnerabilidad (como infantes y adolescentes), ellas no son incluidas en los procesos decisorios de implementación de los proyectos, como apunta la doctora en derecho de la UFPA (Universidade Federal do Pará) e investigadora sénior en la Plataforma Cipo, Flávia Amaral. «Ellas no participan de las grandes reuniones. No existe una orientación dentro del otorgamiento de la licencia ambiental de políticas públicas que beneficie a las mujeres, niños, niñas y adolescentes en la construcción de esos emprendimientos», señala la investigadora.
Flávia investiga temas relacionados a represas y a derechos humanos en el contexto nacional e internacional, centrándose en la cuestión ambiental, indígena y otros pueblos tradicionales, Según ella, es importante concebir el territorio y el cuerpo como una cosa única. O sea, reconocer que lo que impacta al territorio en el que una mujer vive impactará también a su salud psíquica, física y emocional. «Existen relatos de dolores en el cuerpo como resultado del peso que se carga por la presión, por los cambios y por el miedo a lo que vendrá. En el ámbito de una represa, existe siempre el temor de una ruptura y la preocupación con tu familia. Existe también el aumento de la violencia doméstica y sexual, porque, en el momento de la construcción de una represa, acontece la llegada de un gran número de hombres que impactarán el modo de vida local», explica.
Delmara Mura, de Calama, distrito de Porto Velho, afectada por el proyecto de la Represa Tabajara. Foto: Gabrielle Sodré / MAB
La evaluación presentada por la investigadora es confirmada por Daiane en su experiencia en el estado Maranhão. «La prostitución allá es muy grande (…). Cuando la empresa llegó allá, no había ese horror de hombres que hay hoy. Ellos las engañan, las meten en el carro, salen a pasear, pagan una cosita por aquí, pagan otra cosita por allá y listo. Las abandonan embarazadas», cuenta.
Judite da Rocha, coordinadora del MAB en el estado Tocantins y magíster en salud pública por la Fiocruz, vive en Porto Nacional (Tocantins) y también es afectada por la construcción de proyectos con grandes impactos para el estado. Dio seguimiento a cuatro construcciones de represas en Tocantins y fue afectada por una represa en el estado Paraná, donde acampó por dos meses en el sitio de obras de construcción exigiendo reconocimiento como afectada y la garantía de sus derechos. Según Judite, que participa por segunda vez del encuentro, el espacio es fundamental para la construcción de un debate entre los afectados. «Son diferentes voces de la Amazonia resonando por el mundo. Las compañeras Nicinha, de Rondônia, y Dilma, de Pará, fueron asesinadas en esa lucha, porque desafiaron intereses poderosos», defiende. Todas las mujeres afectadas por represas citadas en este artículo están participando del II Encuentro de Afectadas y Afectados de la Amazonia. Los rostros femeninos, por cierto, son mayoría en el auditorio del evento. Eso es un reflejo de la propia dinámica de la lucha en los territorios.
Judite da Rocha, que vive en Porto Nacional (estado Tocantins) fue afectada por la construcción de represas en Paraná y en Tocantins. Foto: Gabrielle Sodré / MAB
A pesar de todas las vulnerabilidades y retos que enfrentan, las mujeres son, muchas veces, lideresas en el proceso de resistencia y enfrentamientos a las grandes empresas y gobiernos para defender sus familias y comunidades, luchar contra el desplazamiento forzado, los daños ambientales, la pérdida del ingreso económico y la transformación del modo de vida de sus localidades. Tenemos como ejemplo el proyecto de las Arpilleras, en el que las mujeres del MAB crean tejidos bordados en talleres colectivos para intercambiar experiencias, profundizar sobre sus traumas y denunciar las violaciones que sufren. En Altamira (estado Pará), las mujeres fueron lideresas históricas en la lucha contra Belo Monte, desde Tuíra Kayapó, que fue conocida al final de los años 80 por confrontar al entonces presidente de Eletronorte, hasta el momento actual, donde tantas afectadas siguen luchando por la reparación de sus derechos y acceso a la justicia.
* Traducción: Ciro Casique Silva