6 años después del crimen de Mariana, 344 familias aún esperan la reconstrucción de las casas destruidas por el lodo
En el día del aniversario del crimen que desvastó la Cuenca del Río Doce, el Movimiento de los Afectados por Represas (MAB, por sus siglas en español) realizó actos simbólicos en Mariana (Minas Gerais) y Governador Valadares (Minas Gerais) exigiendo justicia
Publicado 22/11/2021 - Atualizado 29/11/2021
Afectados por la represa de desechos de Fundão, de propiedad de Samarco (Vale/BHP Billiton), se reunieron ayer, 5 de noviembre, luego de seis años de la ruptura, para denunciar la impunidad de las empresas envueltas en el crimen que mató a 19 personas, provocó un aborto y derramó 48,3 millones de metros cúbicos de lodo con desechos minerales a la naturaleza, devastando el río Doce y afectando 40 ciudades a su paso. Durante los actos organizados por el MAB, los participantes exigieron la construcción de las casas destruidas, el castigo de los envueltos y la indemnización de todas las personas que tuvieron su modo de vida afectado, inclusive en relación al acceso al agua.
El día de protestas comenzó en la plaza Minas Gerais, en Mariana, con un encuentro entre afectados de la cuenca del río Doce y la cuenca del río Paraopeba, promovido por el MAB y por Cáritas, en el estado Minas Gerais. Durante el acto, los afectados hablaron sobre el desamparo de las víctimas de ambos crímenes y el incumplimiento de los acuerdos judiciales relacionados a la reparación de las condiciones ambientales y socioeconómicas de los territorios.
Una de las demandas más urgentes señaladas es la entrega de los reasentamientos para los habitantes de las comunidades destruidas. Con relación a los acuerdos realizados, existe una serie de incumplientos de plazos, diversos de ellos establecidos por la propia empresa o por decisión judicial. La última de ellas determinaba que, en febrero de 2021, deberían estar construidos los 3 reasentamientos propuestos en el plan de reparación. Los reasentamientos de Gesteira y Paracatu de Baixo no poseen ninguna de las 100 casas prometidas. En el reasentamiento de Bento Rodrigues apenas 10 viviendas de las 244 fueron finalizadas después de casi 6 años. No existe plazo para la conclusión de las obras.
Por eso, como parte de las protestas, durante el día de ayer, también hubo una visita a la comunidad de Paracatu de Baixo y a la obra de construcción del reasentamiento, donde el poblado debía haber sido reconstruido. En la visita, los afectados hablaron sobre la larga espera por las casas y mencionaron casos de depresión entre los más adultos, además de la pérdida de familiares que murieron antes de tener el derecho de regresar a sus tierras y sus viviendas.
La programación del día también incluyó una misa en el distrito de Bento Rodrigues, la celebración ecuménica, y un acto realizado por el MAB junto al Foro Permanente en Defensa del Río Doce, en la ciudad de Governador Valadares.
Según Letícia Oliveira, de la coodinación del MAB, la fecha del 05 de noviembre es importante para denunciar que los afectados continúan luchando para tener sus derechos garantizados. «Nosotros estamos haciendo estos actos para denunciar que, seis años después de uno de los mayores crímenes ambientales del país, no existe justicia. La justicia no está actuando en este proceso, no hay nadie preso, no hay nadie respondiendo por esos crímenes y no hay justicia en los territorios afectados. El crimen de Samarco no tiene reparación todavía. Hay apenas 10 casas construidas en Bento Rodrigues. Por lo que ese tiene que ser un día de lucha para que consigamos enviar el mensaje de que el crimen de Samarco aún no ha sido reparado. Los afectados necesitan continuar en la búsqueda de sus derechos», afirmó.
Jerônimo Batista, exresidente del poblado Paracatu de Baixo, cuenta que escapó de la muerte cargando un documento y una linterna cuando huyó hacia la parte alta de la comunidad, teniendo que cargar en sus espaldas a su madre de 91 años. «Todo lo que construimos una vida entera el lodo se lo llevó en pocos minutos». Hoy, él espera ansioso por la entrega de su nueva casa, porque vive en la ciudad de Mariana, pero perdió las tierras donde cultivaba alimentos, como frijoles, maíz, frutas y criaba gallina, puerco y ganado.
«Aquí no tenemos más tierra para plantar, no están más los vecinos, no están los amigos, porque todos están dispersados, cada uno en lugares diferentes», cuenta el afectado que recibe un cantidad de dinero para alquiler por parte de las empresas mineras, pero hoy lucha en la justicia para recibir indemnización. «Nadie está preso. Yo esperaba que las personas que hicieron esto estuvieran presas», lamenta el afectado.
Elias Oliveira, otro habitante del distrito, se negó a irse de Paracatu de Baixo. Luego de que la casa donde cresció con 11 hermanos y la de varios familiares fueran destruidas por los desechos minerales de Samarco, contó que fue a vivir de favor en la casa de una hermana, una de las pocas que permaneció de pie en el poblado. Hoy, sólo él y 5 personas más siguen viviendo en la comunidad entre ruinas de casas y de la escuela que aún se encuentra tomada por el lodo. El último domingo perdió su papá, que murió sin conocer su nueva casa.
«Es dificil estar aquí sin ellos, sin mis hermanos, sin mis padres, sin la comunidad. Pero no puedo estar en Mariana ni un minuto más, porque mi corazón me pide quedarme en este lugar. Aquí yo cuido la iglesia, cuido el cementerio y aquí voy a quedarme hasta que construyan nuestras casas. Durante la noche es una soledad, es una tristeza, porque de repente ves un lugar donde había una comunidad unida, y durante la noche se convierte en un desierto. Nosotros estamos aquí, con mucha fe en Dios de que en breve nuestras casas estarán listas. En el futuro cada uno regresará a sus casas en sus territorios, donde nació y creció.»
El proceso de repactación
Seis años luego del crimen, los gobiernos de Minas Gerais y Espírito Santo intentan renegociar los acuerdos del compromiso que las mineras Samarco, Vale y BHP Billiton asumieron para reparar parte de los daños causados por la ruptura de la represa de Fundão.
Las discusiones sobre un nuevo y definitivo acuerdo —luego del incumplimiento de los Términos de Ajuste de Conducta ya realizados— están siendo mediadas por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ). Las mismas tratan de la metodología, del cronograma y de las propuestas para dar mayor celeridad a las acciones de reparación, hoy en día ejecutadas por la Fundación Renova. La Fundación fue creada por Samarco para ejecutar los programas ambientales y socioeconómicos con acciones de salud, educación pública, turismo e infraestructura que deberían ser ejecutadas para compensar los estragos causados a las ciudades afectadas en el canal del río Doce.
Según el MAB, sin embargo, la Renova, además de no ejecutar las acciones para las cuales fue creada, ha actuado con el propósito de profundizar las injusticias ya practicadas en el territorio. Por eso, el movimento ha defendido que los afectados necesitan ser oídos en este proceso de repactación sobre los principales daños que han sufrido y las acciones que consideran prioritarias.
«La mesa de repactación abierta en el río Doce, mediada por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ), todavía no abrió espacio para una real participación. Dos audiencias públicas ya fueron realizadas, sin incidencia real en las discusiones, lo que demuestra que el modelo de reparación continúa siendo el mismo luego de 6 años, sin grandes resultados y en el que no existe apertura para cambiar. La injusticia con los afectados continúa siendo la consecuencia de ese modelo de reparación», afirma la coordinación del MAB.
Traducción: Ciro Casique Silva