Al término de la Cumbre de los Pueblos, este domingo (16), más de 1000 organizaciones de todos los países presentes en Belém aplaudieron la creación del Movimiento Internacional de Afectados por Presas y por la Crisis Climática, en un gesto de reconocimiento a la importancia que esta organización tiene en varios países y tendrá a nivel internacional.

La articulación nace reuniendo a representantes de los cinco continentes y consolidando, por primera vez, una organización global permanente dedicada a hacer frente a los desastres socioambientales, las violaciones de derechos y la crisis climática, y se oficializó durante el IV Encuentro Internacional de Afectados por Represas y la Crisis Climática, celebrado en Belém, del 6 al 11 de noviembre.

La fundación se celebró en medio de la entrega de la carta política de la Cumbre al presidente de la COP 30, André Corrêa do Lago, documento que reúne reivindicaciones como la deforestación cero, la demarcación inmediata de los territorios tradicionales, la reforma agraria, la lucha contra el racismo ambiental, la tarifa cero en el transporte público, el fin de la explotación de combustibles fósiles y una reparación justa para todos los afectados por presas, minería y fenómenos climáticos extremos.

“Para las organizaciones que están construyendo el movimiento internacional de los afectados, el reconocimiento de la Cumbre es un paso muy importante de apoyo y respaldo al trabajo realizado en varios países de resistencia de los afectados. Y también refuerza la indicación de la necesidad de que haya movimientos organizados fuertes para proteger a la población y reivindicar los derechos frente a la actual crisis climática, que ha sido dramática para millones de personas en todo el mundo», afirmó el miembro de la coordinación nacional del Movimiento de Afectados por Represas (MAB), Luiz Dalla Costa.

Raoni: «Si no defendemos lo que queda en esta tierra, habrá un caos muy grande»

La sesión plenaria final se inauguró con el emotivo discurso del cacique Raoni, líder del pueblo Kayapó Mebêngôkre. Al alertar sobre el agravamiento de la crisis climática, afirmó: «Los ríos se están secando cada vez más; el aire es cada vez más difícil de respirar; la lluvia no llega. Si no tomamos conciencia de la necesidad de defender lo que queda en esta tierra, se producirá un caos enorme».

Raoni concluyó su intervención con un mensaje de unión: «Estoy aquí para transmitir mi mensaje a todos. Que seamos amigos, en armonía, en esta lucha por la vida».

Multitudes, victorias y sueños

A lo largo de cinco días, más de 20 000 personas pasaron por la Cumbre de los Pueblos, mientras diplomáticos de 195 países negociaban la agenda oficial de la COP 30 en el espacio de la ONU. Según los organizadores, más de 1100 organizaciones firmaron la carta política y estuvieron presentes representantes de más de 60 países.

La movilización logró una victoria significativa: tras las protestas de los pueblos indígenas del Bajo Tapajós y del pueblo Munduruku, el gobierno federal anunció que no se llevará a cabo ningún proyecto en el río Tapajós sin una consulta previa, libre e informada. La decisión fue comunicada por el ministro Guilherme Boulos durante el acto final. La noticia provocó el aplauso de cientos de líderes indígenas y ribereños presentes. En la sesión plenaria, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, leyó la carta enviada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva a los participantes. En el texto, Lula afirma: «La COP 30 no estaría completa sin la participación de ustedes. La lucha contra el cambio climático requiere la movilización de toda la sociedad, y no solo de los gobiernos».

El presidente reforzó, además, la alineación entre la ciencia y la sociedad civil: «Esta es una COP de la verdad, y las manifestaciones de la sociedad civil están aliadas con la ciencia. Tenemos urgencia. No podemos posponer decisiones que se han debatido durante tantos años, como la transición justa y la adaptación». Y concluye defendiendo un marco global para el abandono progresivo de los combustibles fósiles: «Necesitamos un mapa del camino para que la humanidad, de forma justa y planificada, supere la dependencia de los combustibles fósiles y detenga y revierta la deforestación».

Al presentar la carta presidencial, la ministra Marina Silva destacó la fuerza de la movilización popular. «Las manifestaciones de la sociedad civil están aliadas con la ciencia. Avanzamos de manera inclusiva y transparente, y esta semana será fundamental para el resultado de la COP 30».

Una agenda popular para Brasil y para el mundo

La carta entregada a la presidencia de la COP 30 denuncia el avance de las desigualdades, el racismo ambiental y la financiarización de la naturaleza. Reafirma que los bienes comunes, el aire, el agua, los bosques, los minerales y la energía no pueden ser privatizados y condena las falsas soluciones que repiten los modelos extractivistas.

El documento también exige:

• El fin de la explotación del petróleo, el gas y el carbón;
• Una transición energética justa y popular;
• La demarcación de todas las tierras indígenas;
• El reconocimiento de los conocimientos tradicionales;
• La lucha contra las empresas responsables de delitos socioambientales y;
• Justicia reparadora para los afectados en Brasil y en el mundo.

Lea la Declaración de la Cumbre de los Pueblos hacia la COP 30 aquí.

Un hito histórico para los afectados

La creación del Movimiento Internacional de Afectados por Represas y Crisis Climática representa un paso sin precedentes en la articulación global de los pueblos afectados por megaproyectos, desastres socioambientales y la crisis climática.

A partir de la Cumbre de Belém, personas afectadas de decenas de países se comprometen a articular acciones conjuntas, fortalecer la solidaridad, denunciar violaciones y construir alternativas energéticas, territoriales y económicas basadas en el buen vivir, la justicia y la soberanía popular. El mundo de las personas afectadas, antes fragmentado por fronteras, ahora se reconoce como parte de una sola lucha de los pueblos del mundo.