Reunidos en Belém, Pará, los afectados por represas y la crisis climática buscarán unidad internacional y la articulación de una estrategia global para proyectos energéticos populares, desafiando el modelo capitalista
Publicado 30/09/2025 - Actualizado 10/11/2025
Pocos días antes del inicio de la COP30, la Conferencia Climática de la ONU, Belém recibirá al 4.º Encuentro Internacional de Afectados por Represas y la Crisis Climática. Del 6 al 12 de noviembre, personas afectadas de cinco continentes — incluyendo Oceanía –, sumando por lo menos 62 países y 350 delegadas y delegados, debatirán y articularán la internacionalización de la lucha de los afectados por represas, de la soberanía energética popular y de la construcción de un proyecto alternativo al sistema capitalista.
Según Soniamara Maranho, de la coordinación nacional del Movimento dos Atingidos e Atingidas por Barragens (MAB) y la coordinación internacional del Movimiento de Afectados por Represas (MAR), el primer día del encuentro las delegaciones evaluarán la coyuntura internacional, tomando en cuenta las discusiones postuladas por diferentes países sobre el enfrentamiento a la crisis climática, y lanzarán una propuesta de un movimiento internacional de afectados por represas, con organización propia y capilaridad.
“Nuestro gran objetivo en Belém será crear una unidad internacionalista, involucrando 62 países de los cinco continentes. Queremos socializar una coyuntura global, intercambiar experiencias centenarias y construir una estrategia unificada para que los pueblos afectados por represas y por la crisis climática debatan y construyan proyectos energéticos populares en sus países, enfrentando el fascismo y proponiendo alternativas al sistema capitalista en todos los territorios.”
Los días siguientes al inicio del encuentro serán dedicados a la construcción de un espacio de diálogo directo con gobiernos, con el fin de influenciar políticas públicas. Uno de los enfoques será presentar y promover el debate sobre legislaciones como la Política Nacional de Derechos de la Poblaciones Afectadas por Represas (PNAB por sus siglas en portugués), lograda en Brasil en 2023.
En los dos días finales, la plenaria se concentrará en la sistematización de una estrategia futura, apuntando a fortalecer los movimientos nacionales, reforzar la articulación internacional, asegurar una dirección unificada en todos los países y definir la agenda de la lucha en común para enfrentar la crisis climática y las grandes obras de construcción.



Desde la década de los ‘90 hasta el presente
La construcción de un movimiento internacional de afectados por represas comenzó la década de 1990. El encuentro surgió a partir de la reflexión de los afectados de que las empresas y multinacionales que promueven la construcción de represas están organizadas y constituidas internacionalmente.
El primer encuentro ocurrió en Curitiba, en 1997, en Paraná, y contó con delegaciones de 20 países. Fue en ese encuentro que surgió el lema “Agua para la vida, no para la muerte”. El segundo encuentro se realizó en 2003, en Rasi Salai, Tailandia. En éste, se juntaron afectados por represas de 62 países así como activistas del uso sustentable y justo del agua y la energía, unificados alrededor del interés en la vida en tierras inundadas.
En 2010, Temacapulín, México, albergó el 3.º Encuentro Internacional de Afectados por Represas. El escenario elegido fue un pueblo en peligro de ser destruido por la construcción de la represa El Zapotillo. Hubo representantes de 52 países en México.
En el encuentro se destacó con más énfasis que la crisis climática ya había demostrado su furia plena con lluvias excesivas y ríos desbordados en presas peligrosas, que ya se encontraban en su capacidad máxima. Los afectados denunciaron la construcción de represas como tecnología obsoleta y un fermento para la crisis climática.
María de los Ángeles, de la secretaría del Movimiento de Afectados por Represas (MAR), resalta que todo el camino recorrido hasta ahora involucró múltiples articulaciones, encuentros, eventos y discusiones, resultando en que hoy los afectados por represas estén organizativamente maduros para lanzar MAR.
«El objetivo central que propone el Movimiento es internacionalizar la lucha contra las represas y las causas estructurales de la crisis climática actual para desmercantilizar la vida y luchar por la defensa de los derechos de las comunidades afectadas y por la construcción de un modelo energético popular que viabilice la soberanía de los pueblos. Es una fuerza anticapitalista, antipatriarcal y anti extractivista que se nutre de la acumulación de saberes y experiencias de las luchas de todos los continentes donde se realizó el trabajo: Asia, Europa, África y América, con avances en Oceanía, para defender la Madre Tierra y los derechos de las comunidades afectadas, proponiendo un proyecto alternativo de sociedad de solidaridad y unidad de los pueblos,” afirma María.”
